lunes, 26 de septiembre de 2011

VIII Subita a la Teta de Gilbuena

Aquí va la segunda de tres carreras que tenía que actualizar de este verano. Esá también en mi blog personal, pero como parece que en ese os cobrar por visitarlo, aquí va el reportaje de la Subida a la Teta de Gilbuena.




Si haces algo ya varios años seguidos lo puedes llamar tradición...Y como siempre así empezamos este año las vacaciones de agosto... (buscadme en la foto que salgo!)



Lo de siempre: el bus de las 7 am a Béjar el sábado que empiezan las vacaciones , llegar al pueblo a medio día, comer, siesta y café, ir a Medinilla para correr la Subida a la Teta, y por la noche a la cena popular de mi pueblo.

Esta carrera ya la expliqué estos años anteriores, pero para los nuevos es una que se organiza en un pueblo al lado del de mi madre e igual de pequeñito. Se sale de la plaza del pueblo hasta subir a un pequeño monte, ese que se ve en la foto, y se baja por detrás hasta volver de nuevo a la plaza.
Visto así en plano...


O en foto real...

Se distingue claramente cual es el que llaman "Teta", ¿no?

Y es una carrera que me encanta. Quizá por el ambiente popular en el pueblo, por la originalidad del sitio, o porque es corta, 6.1 km, pero muy intensa. Con un desnivel de 200 metros en los primeros 2.1 hasta que llegas a la cima. De hecho la última parte de la subida es IMPOSIBLE correr, tienes que ir andando medio escalando de piedra en piedra a zancadas largas.


Y si si... aunque en la foto no parezca tanto y al de detrás mía todavía le queden ganas de hacer elmoñas, os aseguro que te queman tanto las piernas que cuando llegas arriba y empiezas la bajada, que también es muy empinada al principio, las piernas te flojean y te tieemblan, y este año me piñé, dos veces...

A la salida del pueblo


Yendo hacia la subida

Pero piñas a parte, este año lo volví a hacer un poquito mejor. La táctica, lo que nunca hago, ponerme en primera línea de salida. En la subida con tanto desnivel y por camino estrecho de uno vas al ritmo del que tengas delante, así que cuanto mejor te posiciones y más caña metas al principio mejor.



Y aunque creía que la iba hecho el año que peor (decidí correr sin reloj) porque precisamente por esto la subida se me hizo más dura que nunca, dio resultado.


Y la verdad que lo mejor de todo es la iniciativa de los veraneantes del pueblo de haber montado esto que cada año va a más y le da mucha vidilla no solo a Medinilla sino a la zona, donde nuestros pueblos cada vez más menguando poquito a poco. Aquí me tendrán otro año si todo lo que pasa en medio lo permite!

sábado, 17 de septiembre de 2011

II Subida a los Hermanitos (Nava de Béjar)

Hola familia! Me acabo pensar por aquí acordandome de que lo teníamos un poco muerto y he visto que no tanto, no había visto todavía la entrada sobre la carrera del Santander! Yo tengo tres por poner, así que de momento aquí va la primera.

O como corrí la “I no Subida a los Hermanitos”,
o como pasé más miedo que vergüenza… por lo que ahora os contaré!!
Los Hermanitos son dos montañas que está al lado de la Nava de Béjar, un pueblo al que algún verano he ido corriendo o en bici desde el mio. Son esas se veían así desde donde mi padre, fiel escudero y paparazzi de mis carreras veraniegas, y yo aparcamos el coche el domingo. Como veis una perfecta mañana nublada para correr.
La carrera lo primero que hay que decir es que la organizan un grupo de amiguetes madrileños descendientes de la Nava aficionados a correr (www.runnersdebarrio.com), y que se lo curraron muchísimo montando su propia carrera en su pueblo con lo que ello supone. Y lo organizaron todo al detalle: camiseta y bolsa del corredor, aperitivo después de la carrera, inscripción por Internet, Facebook, Twitter… El recorrido era el siguiente:
Los 4,5 primeros km eran una vuelta por un camino del pueblo empezando y acabando en la meta. En la segunda vuelta te desviabas camino de los Hermanitos y venía el desnivel. Así que se da la salida y ahí vamos.
Obvio que desde el principio me situo en el grupo del final tranquilamente. Eramos 177 inscritos y la mayoría chicos (sólo 13 chicas) y bastante pros. Como lo peor empezaría al acabar esa primera vuelta y volver a pasar por la plaza decido tomarmelo con calma.
Y acabo la vuelta como a los 25 minutos, un poquito de agua que empieza la subida…
Y me vuelvo a meter por el camino. Vaya, parece que tardo en llegar al desvío para ir en dirección a los Hermanitos. Y que no llega, y que no aparece… hasta que llego junto a otro señor a una rotonda… que es la de la carretera principal que va a dar otra vez a la p! plaza del pueblo.
¿Y ahora, despues de 2 vueltas y casi 50 mins corriendo, me van a hacer subir a los Hermanitos?
Miedo (ronzando la fibrilación ventricular)
Cuando oimos al coche de protección civil que viene detrás de nosotros y sale una voz de la megafonia… “Si es vuestra segunda vuelta… dais una tercera y acabais”. ¿Cómo, no vamos a subir a los hermanitos? Lo primero que pensé es que lo mismo por la niebla o cualquier movida hubieran prohibido subir. No se, el caso es que casi que mejor, porque ya no me quedaban energias para subir a ese desnivel.
Hago la tercera vuelta e intento apretar un poco, pero no mucho jeje, para recuperar tiempo porque llevaba toda la carrera a la expectativa, y aun así acabo los 13,5 km al final en 1.18 h. Una chusta y un sufrimiento!
El tema fue que alguien se olvidó de cambiar las cintas de señalización del caminocuando pasaron los últimos en la primera vuelta, y cuando los primeros pasaron por allí no cambiaron la dirección y volvieron al mismo recorrido. La organización se dio cuenta sobre la marcha y optó por una tercera vuelta porque haber subido hubiera supuesto casi una media maratón de montaña (17,5 km)
Pero… así es Castilla, donde las cosas se pueden hacer con más o menos ilusión, en este caso mucha, pero los de allí sabemos que en lo que se refiere a medios austeridad es el segundo nombre de cada pueblo y pudo pasar algo así. Pero el tema es… ¿y qué? Correr corrimos igual. Lo único que siento es que con el revuelo que se armó, porque encima después la megafonía se estropeó, tardaron en conseguir las clasificaciones y etc… les vi tan agobiados que no pude acercarme a saludar a nadie. Nos quedamos un rato largo en el posterior aperitivo y entrega de trofeos y nos volvimos al pueblo sin cruzar palabra. Pero bueno, ¡otra cosa más que hacer para otro año!